miércoles, 29 de abril de 2009

NUAREJADA Nº5


Amo y odio los transporte públicos.


Los transportes públicos lentos me gustan si están vacíos. Apaciguan la prisa y calman la mente.


Cuando están llenos, prefiero que sen muy rápidos, ¿será para vencer mi claustro-agorafobia?

2 comentarios:

  1. Uff... Cuantas historias esconden los trenes, comparto esta reflexión.

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  2. Y muchas de ellas no salen de ahí, lo cual me parece una pena.

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