miércoles, 22 de abril de 2009

ACTOS FALLIDOS

Según puedo leer en estos momentos de insomnio forzado, se llama acto fallido a aquel acto que manifiesta una forma de expresión diferente y aún contraria a la intención original del sujeto, pudiendo ser en la acción, en el discurso verbal, o en un gesto.

He de reconocer que la Psiquiatría me resultó siempre algo antipática, aunque era la asignatura en la que mejores notas sacaba en la carrera. Si hacemos caso a Freud, eso también era un acto fallido, y mi rechazo se manifestaba en forma de una brillantez académica que no alcanzaba en mis materias predilectas.

No soy muy amigo de realizar interpretaciones enrevesadas ni mucho menos retorcidas sobre los comportamientos de las personas, pero si nos dejamos guiar por prejuicios psicoanalíticos, el mundo estaría lleno de actos fallidos: la novia que no te llama (en realidad no lo hace porque está loca por ti), el profesor que te suspende (lo hace para motivarte), el padre que te castiga (en realidad quiere premiarte), el jefe que te putea (lo hace para promocionarte) y muchos otros que seguro se nos ocurren.

La realidad es que a veces lo que hacemos no se corresponde con lo que queremos, no quiero lo que hago, aunque crea que hago lo que quiero. Un gesto de antipatía o de mala uva forzada a veces atrae a un admirador que tiene sus aferencias visuales cegadas, y se lanza a recibir topetazos a go-go con tal que conseguir los favores de una amada que permanece impasible (quizá regodeándose en su interior) mientras el pobre diablo insiste e insiste.

Una mala respuesta de un niño pequeño a su padre se considera a veces como un acto de rebeldía y autoafirmación o como una manera de obtener más atenciones. Y aquí no podemos decir que la Sociedad ha maleado al buen salvaje de Rousseau. ES QUE SOMOS ASÍ, y e muchas ocasiones nos empeñamos en ser así.

Como neodarwinista os diré que la especie que mejor se adapta es la que sobrevive, que aquella que consigue una mayor plasticidad en la relación con el medio y sus semejantes, es la que sale adelante, que aquella que dice lo que quiere decir, hace lo que quiere hacer y siente lo que quiere sentir, se lleva el gato al agua, Y ES FELIZ.

6 comentarios:

  1. Tú crees que eso último sea realmente factible en esta sociedad llena de acomplejados?

    Me ha encantado este post, Un saludo.

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  2. El que vence sus complejos y acepta, con deportividad si cabe, sus limitaciones, pudiendo llegar a hacer de ellas una ventaja, lo consigue, seguro.

    Besos y gracias por tu visita

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  3. Me gusta el post por lo que dices y por el empeño que le das para decir las cosas en forma sencilla. Quedan las referencias a Freud, Rousseau y Darwin, pero ellos lo merecen y hacen claro lo que quieres decir.

    Haces lo que quieres hacer, hoy, y en general?

    Es una pregunta que me hago muchas veces.

    Un saludo

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  4. Pues del todo no, amigo Giovanni, aunque intento ir en esa línea siempre y, al menos, querer lo que hago.

    Saludos

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  5. Llego y me encuentro de frente quizás por primera vez, con mi realidad. Voy a hacer lo que quiero hacer,mi trabajo personal me ha costado...y algún que otro dolor , pero deseo de todo corazón que no desemboque en un acto fallido; es más estoy segura.
    Una alegría encontrarte.

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  6. Los actos fallidos no tienen por que ser malos siempre, a veces nos conducen por el camino correcto si es que nuestra personalidad ha estado encorsetada por múltiples ataduras.

    A veces un acto fallido da lugar a la mejor de las decisiones.

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