miércoles, 4 de febrero de 2009

PASOS DE CEBRA


Los pasos de cebra, lugares civilizados por los que cruzar. ¿Hay algo peor que ser atropellado en un paso de cebra? ¿Hay un acto de prepotencia mayor que un conductor que se salta un paso de cebra?

Aquí, en las 17 Españas en las que vivimos somos así, aunque luego pensemos que molamos un montón y que los guiris son aburridos y unos sosos que luego vienen aquí a correrse las grandes juergas y ser aquello que no se atreven en sus respectivos países.

Reflexiones desde el foro aparte, creo que en la vida nos encontramos demasiados pasos de cebra que, a diferencia de los de la calle, a veces conviene saltarse. A veces conviene pasar cuando el semáforo está rojo, si es que se tiene vocación de peatón. En ocasiones, la bici debe meterse entre los coches y las personas para llegar antes a su destino.

Separar la paja del grano, ir al grano, coger la directa y saltarse el paso de cebra, ese de la hipocresía, del callar cuando hay que gritar frente al viento, diciendo lo que no apetece oír, lo que no es políticamente correcto. Cuando las cosas se ponen difíciles, como en la película, puede ser conveniente atrincherarse en Kamchatka, y esperar a que el dado (y los hados) nos sean favorables, pero para que eso ocurra así tienes que llamarte Ricardo Darín y salir en la pantalla gigante. En la vida real trae más cuenta saltarse el paso de cebra y ser más rápido que el coche que viene por tu derecha.


En estos tiempos de crisis, donde no se arriesga nadie, y mucho menos en el amor, debemos liarnos la manta a la cabeza y jugarnos el todo por el todo, ser sublime sin interrupción, amar sin interrupción, con fidelidad, sencillez y amistad.

Coge la mano de quien camina a tu lado y pasad juntos por mitad de la calle. Si no tienes ninguna mano que coger, hazlo tú sol@. ¡Quien sabe si al otro lado del precipicio está la respuesta a todas tus preguntas, el remedio de todos tus males, el eco de todos tus suspiros!

Carpe diem

5 comentarios:

  1. Ay...Ricardito Darin es nuestro, pero te lo presto un rato para que lo disfrutes.
    Si vivieras acá te volverías loco, si hay un país donde no se respeta NADA es ESTE.

    Ya volví, nos leemos.
    besos =)

    ResponderEliminar
  2. Liarnos la manta a la cabeza, en estos tiempos donde nadie arriesga nada y menos en el amor....qué cierto!!!!
    Es verdad que da cierto vértigo apostar por algo que pone en juego tantas emociones, pero un poquito de intuición, un algo de sensatez,unas pinceladas de pragmatismo y a ser posible, una gran dosis de claridad mental, tampoco vienen mal.

    No es que con los años me haga menos romántica.
    Lo que me voy haciendo es más realista.

    Me ha encantado tu post.
    Y Ricardo Darín, también.

    ResponderEliminar
  3. Carpe diem, carpe diem, carpe diem ... Lo tengo en un cartel a la entrada de mi casa, para que lo pueda ver todo el mundo. Ya sabéis que somos un poco como una sucesión de instantes, con poryección, eso sí, pero instantes al fin y al cabo.

    Y hablando de Darín, propondría una recogida de firmas para darle la nacionalidad española, conservando la argentina, of course. Porque por estos lares no abundan actorazos como él. Todavía me acuerdo de su Art de hace unos años ...

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué poco arriegan algunos!, es verdad.
    En cuanto salga de la ofi, me iré al primer paso de cebra que me encuentre, cerraré los ojos, recordaré todo lo que acabo de leerte y... seré feliz.

    Y ya de paso, miraré a ambos lados por si me encuentro a Ricardo Darín.
    ;-)

    ResponderEliminar
  5. Bueno, Lunarroja,pero si es con coches pasando, y no vas de la mano de alguien, te recomiendo primero mirar y después cruzar, ... y si es con Ricardo Darín, mejor que mejor

    ResponderEliminar