martes, 17 de febrero de 2009

ALERGIA

Doctor, creo que soy alérgico, pero no sé a qué.

Los estornudos, que vienen de dos en dos, que estremecen, a mí y a los que me rodean. De repente, una extraña sensación que nace del interior de mis fosas nasales, asciende lenta pero inexorablemente, convirtiéndose en picor insoportable.

Pasan lo segundos y el picor se hace urgencia, y las urgencia se hace inminencia, y deviene en estallido. Y estalla, y salen miles de gotitas, sin virus eso si, porque es de alergia, que quede claro. Miles de gotitas que riegan el ambiente, inofensivas, insisto, aunque poco agradables.

Si puedo y me da tiempo, me retiro discretamente para no molestar. También lo hago porque una sensación de plenitud lacrimal se hace fuerte en mi mirada, y parece que voy a llorar pero no lo hago. Solamente mis ojos se tornan vidriosos y parece que vengo de una noche de alcohol, locura y desenfreno, pero sin venir, lo cual hace más lastimosa y crítica la situación.

Ser alérgico es un modo de vida, es como ser delicado, pero de la dermis hacia dentro. La alergia es cada día más común entre nosotros, por lo que que para ser sublimemente alérgico, se deben atesorar virtudes sublimes, y saber recrear una especie de dandismo del alérgico. Llegan los albores de la primavera, los embriones de la floración, el estallido de la polinización y nuestro cuerpo se deshace en síntomas histamínicos que sólo los débiles de espíritu (como yo a veces) se deciden a tratar con vacunas y jarabes de color grosella.

En la indumentaria del alérgico no puede faltar algún adminículo blanquecido, reutilizable o desechable e incluso biodegradable para evacuar las secreciones nasales o proteger a los que nos circundan de las explosiones o aspersiones que se producen como consecuencia de nuestro padecer. Van del clásico pañuelo con raya azul en el contorno al típico "kleenex" o pañuelito de celulosa que, aunque de uso más extendido que el primero, te dejará las narinas en un estado de irritación extremo en los días de máxima intensidad del estornudo.

La primavera, femenina ella, nos despierta a los alérgicos, incluso a aquellos que vivimos en el anonimato del estornudo de repetición, sin encasillarnos en olivo, arizónica, ciprés o gramíneas de mediana o estación. Nos hace salir de nuestro escondite, y hace que demos la cara ante el mundo, haciéndonos notar y saludando con emoción su llegada, tras las nevadas y las heladas, el viento, el frío y los atardeceres de las cinco de la tarde.

La Primavera, sí con mayúscula, es mi estación favorita, a pesar de la alergia y la astenia primaveral. Primero, porque no sé a lo que soy alérgico, y me da lo mismo (Además, he de confesar que como alérgico soy un fracaso, porque he caído en las redes de la medicación). Segundo, porque la astenia primaveralis me resulta en el fondo maravillosa. Eso de estar cansado, que te dé todo igual y te quedes tirado en el sillón sin hacer nada durante unos instantes que se pueden prolongar a momentos, interminables a veces, es maravilloso, insisto. Ante la astenia, ni café, ni Coca-Cola, ni Redbull; nada de eso, mejor siestecita (el que pueda, que yo no).

Alérgicos del mundo, uníos. Si estornudáramos todos a la vez, ¿qué pasaría?

6 comentarios:

  1. Si estornudaráis todos los alégicos a la vez rebotaría el mundo, porque ¡cuánta potencia llegáis a alcanzar!
    Siento que hayas entrado en esa etapa tan horrible pero la culpa no es de ella como ser femenino, sino de este mundo aséptico que nos da vida y nos mata.

    Ánimo

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  2. Yo es que me parto contigo, nuareg, no puedo evitarlo.
    Y sí, es verdad, creo que todos hemos tenido sensación primaveral estos días.
    Siento no compartir contigo esos fenómenos nasales y esa placidez por una astenia que, a diferencia de tí, a mí me molesta mucho.

    Como dice Izalda, tanto mundo aséptico, nos mata. No por nada, la alergia es "la enfermedad del mundo rico".

    Cuidate esa nariz.

    Besicos.

    PD: tengo una duda. Si no sabes a qué eres alergico...de qué te estás vacunando??? Cuidado con los alergólgos...son peligrosos...jejeje...;)

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  3. Izaldilla, femenina debe ser por lo pesadita que es a veces, y algo retorcida porque aparece cuando menos te lo esperas, pero en el fondo, como mujer, me gusta y disfruto lo que puedo ...

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  4. Penélope: ¿Vacunando? ¿Me estoy vacunando? ¡Ni de broma! Detesto profundamente las agujas. Dentro de mis fobias ocupan el tercer puesto, tras las multitudes (nº 1, también soy agorafóbico) y los aterrizajes.

    Sólo tomo un licorcito de Polaramine, que da buen sabor a la vida y se potencia con la astenia primaveral, que tanto me mola.

    Ya sabes que tengo alma de romántico.

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  5. Jajajajaja, pues no es por darte envidia, pero de momento... alergias cero.
    Y como Penélope, odio la astenia primaveral. De ahí que no me guste especialmente esta estación que a todos os encanta y os vuelve un poco... dejémoslo en enloquecidos.
    Con lo bien que se vive en invierno!!!!!!

    Besos vacunados.

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  6. Pues es una pena que no la disfrutes. La astenia, claro, lo otro es un latazo.

    Esa sensación vaporosa y etérea que te sostiene y te mantiene, y hace imposible cualquier actividad física y mental, pudiendo entregarse plenamente a ella es ... gozosa, nirvánica.

    Ojalá los hados te envíen esa astenia placentera de la que disfruto a veces (aunque sólo sea por probar).

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