lunes, 23 de febrero de 2009

LADRÓN DE BICICLETAS

Vittorio de Sica, polifacético hombre del cine italiano del siglo XX dirigió en 1948 Ladrón de bicicletas, una sobrecogedora película, obra cumbre del neorrealismo italiano.



Este movimiento artístico hunde en Italia sus raíces nada menos que en la ópera del siglo XIX y principios del XX, en que se representaban historias de personajes de la vida real, la vida verdadera (por eso se llamó verismo) y no de reyes, reinas, princesas y demás.


Los años posteriores a la II guerra mundial fueron terriblemente duros en toda una Europa arrasada tras seis años de luchas encarnizadas, más aun en una Italia en la que ambos bandos dejaron un impronta de destrucción, que tardaría muchos años en poder superarse. En esos años cuarenta, el paro, el hambre y la miseria campaban entre las clases desfavorecidas, que, al fin y al cabo eran el grueso de la población.


En esta película se narra la historia de una familia media, es decir pobre, de la Roma de posguerra. El marido, en paro, no encuentra como mantener a su mujer y sus dos hijos, como muchos más que malviven en su entorno. En un golpe de suerte, consigue un empleo como colgador de carteles en las calles, para lo cual necesita una bicicleta de la que carece. Empeñan hasta las sábanas para conseguir el preciado medio de transporte y, el primer día de la colgada de carteles, a nuestro hombre le roban la bici.



Es la miseria que se ceba mezquinamente en el más pobre de la ciudad. El caso es que el que roba está tan mal o peor que el robado. La película transcurre a lo largo de una jornada en que tratan de recuperar su tesoro, sin conseguirlo. La desesperación crece, acuden a videntes, y se cruzan con todo tipo de pícaros y delincuentes, que sobreviven como pueden.


Es una trama cruda, real, como los actores, todos aficionados, con moraleja final y una sensación de pena que te hace pensar sobre lo que tienes y sobre las carencias que tuvieron generaciones como las de nuestros padres o abuelos o las que sufren en lugares,no tan lejanos, azotados por el hambre y por la guerra.


Una lección de historia y de cine en blanco y negro.


Os la recomiendo

4 comentarios:

  1. Mi mamá (italiana ella) siempre me la recomienda, pero reconozco con un dejo de vergüenza que aún no la vi...
    Leyendo el argumento me hizo acordar a Bailarina en la oscuridad...no sé por qué, porque no se parecen en nada...tal vez porque es una pelicula que me gustó mucho y que tambien alecciona...Sera eso?

    Un beso!

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  2. ¿Tu mamá es italiana? Fueron unos años muy duros en Europa, también en España, y la lección más importante que nos da es que no estuvieron tan lejos esos días de hambre y miseria.

    No estuvieron tan lejos de esta sociedad que tira lo que no le sirve y que no valora el esfuerzo y el trabajo. A veces no entiendo como los que vivieron aquellas época no saltan de sus sillas para recordarnos de donde de venimos.

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  3. Si, mamá nació en Como...tengo la mitad de sangre italiana y cuando nombran ese pais se me llena la boca de baba...je.

    Ojalá pudiera aceptar tu invitacion a Madrid...lo que mata es el valor del pasaje!! Pero algun dia ire, me falta España que siempre la dejé para dedicarle un viaje en exclusivo...

    No me dijiste nada de la pelicula de Bjork que te mencioné en el comentario..la viste?

    Besos ! =)

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  4. No, la verdad es que no la vi, me la empiezo a bajar ahora mismo.

    Por cierto, Como me encanta, es precioso.

    Besos

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