Cualquier mañana al trasluz
de unos ojos que acarician
es para un corazón
más que mil llamadas, con sus prisas.
Pausa, prisa, pausa, prisa.
¿Te vale con que te mire?
¿Te vale con que te oiga,
mientras hablas, mientras ríes?
Risa, llanto, risa y llanto.
A veces el llanto puede a la risa.
Otras la risa pide paso a un llanto
de caricias y de abrazos.
Confía, no desconfíes,
¡por qué no esperarla, tal vez en vano!
Desearla, en esa noche, negra,
blanca, negra, blanca, noche del alma.
Desearla ... tal vez mañana
¿Y si Prometeo tuviera razón?
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¿Y si el mayor castigo no fuera el dolor, sino la lucidez?
¿Y si el fuego que robamos para iluminar el mundo nos estuviera quemando
por dentro?
¿Y s...
Hace 2 días