jueves, 25 de junio de 2009

SOLEDAD INESPERADA

A lo largo de la semana disfruto de ocasionales tiempos muertos. Suelen ser impredecibles, y en algún caso, como el de ahora mismo, se acompañan de una curiosa soledad. Es una soledad que no depende de uno mismo, no la he elegido yo y parece que ella me ha elegido a mí.
Es una soledad agradable, lo confieso, placentera incluso. Será por lo limitada en el tiempo, porque a nadie le gusta estar solo, a nadie, aunque alguno lo pregone. Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces. Pero estar solo así, de vez en cuando, y sin esperarlo me parece un gustazo.
Aprovecho para pensar en cosas que tengo aparcadas, para escribir sobre pensamientos pasajeros, incluso para atender mi correo. La novela de turno no la he traído, así que tal vez eche una cabezada.
Una buena cabezada no la echa cualquiera. Es fundamental intentar no apoyar la cara sobre una superficie dura, ya que a su finalización nos delatará una vergonzante banda eritematosa en la región frontal. Recomiendo, si se está solo, adoptar la típica posición norteamericana, esto es, espalkda recostada, cabeza apoyada en el cabecero de la silla y piernas estiradas con pies encima de la mesa, estratégicamente colocados para no ensuciar. La única pega son los posibles ronquidos del solitario.
Otra actividad recomendable es meterse en el Live Maps para buscar lugares conocidos o diseñar itinerarios de vacaciones. Me gusta más que el Google Earth, sobre todo por la rapidez y comodidad. Para viajeros maquinadores como yo, es una buena alternativa.
No recomiendo llamar por teléfono ni flirtear con la recepcionista, ni otro tipo de actividades poco recomendables, esas quedan para las soledades planificadas y premeditadas. Esto es una soledad inesperada y como tal ha de ser considerada.
En mi caso acaba de terminar. Hasta otra.

10 comentarios:

  1. Un verdadero placer. El tiempo para uno mismo, para hacer lo que se nos da la gana. Qué dichoso.

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  2. Jajajajajja. Me encanta. Qué buen rato has pasado. Se nota.
    Viva la soledad dulce.

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  3. Hermosa descripción de la soledad propia. Me reconozco solitaria, aunque a tiempo parcial.
    Y también debo admitir que me apetece más a menudo de lo que era habitual.
    La compañía no siempre es aconsejable , al igual que la soledad sonora.
    Gracias por lo de Live Maps... me meto en cuanto tenga un rato libre.
    Una sonrisa acompañada de un aplauso

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  4. Como tú, a menudo dudo de aquellos que dicen que quieren estar solos.
    Yo también... pero a ratos, claro. Y siempre cuando lo elijo yo.

    En cuanto a tus recomendaciones, excepto la de la recepcionista (suelen ser mujeres) son de lo más estupendas.
    :-)

    Besos poco solitarios.

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  5. Pero qué linda la forma que encontraste para transmitirnos esa soledad que nos pasa a todos...
    Me encantó!

    beso enormeeeeeeeeeeee

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  6. Lucy: A¿ que es verdad que muchas veces debemos estar con nosotros mismos, y sólo con nocotros mismos para poder estar con los demas?

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  7. Pe: es que a consulta da mucho de sí ...

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  8. Ilia: no me gusta la soledad como modo de vida, pero para poder estar con los demás, debemos estar solos de vez en cuando

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  9. Luna: como debe ser, a ratos y cuando nosotros elijamos.

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  10. Blond: me encanta verte por aquí

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