martes, 6 de octubre de 2009

EL LADO OSCURO

Que conste que estoy haciendo un esfuerzo, por mí mismo, y por este blog, para inaugurar las entradas del mes de Octubre, y es que últimamente ando algo disperso con temas varios, laborales incluso, de investigación y todo, que me despistan de lo que de veras me gusta, que es escribir.
Las lluvias se marcharon repentina pero no sorpresivamente, y parece que las musas se marcharon con ellas, tal vez a la otra punta del planeta. Que sepan que no pienso perseguirlas, ya vendrán si quieren. Si no lo hacen, me iré al Corte Inglés a buscarlas si hace falta.
Me pedían hace unos días que me adentrara en el lado oscuro de la vida, y llevo dando vueltas al tema desde entonces. Y no puedo.
Creo que vivo tan cerca del lado oscuro, en un contacto tan próximo a ciertas cosas oscuras de la vida que no me sale. Mi tono habitual tiende a lo amable, al menos a un final esperanzado, habida cuenta la negrura de los horizontes que contemplamos.
Mientras tanto, maquino y maquino sin parar, sobre las andanzas de un cirujano, aprendiz de italiano, descreído de ciertas cosas de la vida, que sí que enctrará en contacto con el lado oscuro. ¿Un alter ego? Puo essere, chi lo sà.

Pero volviendo al lado oscuro, se me ocurre seguir de maniobras ...




4 comentarios:

  1. Naleg en Zahara, prefiero este nombre a Touareg en Zahara, es más auténtico, mAs tu.
    Renuncia al lado oscuro, está demasiado en todas partes, es demasiado fácil caer en él. Su atractivo murió si es que algún día lo tuvo. La atracción al vacio es fuerte pero es absurda. Es poderosa, pero destructiva.
    Hoy, al escuchar a Joan Manuel Serrat, en un mp3, unas canciones que normalmente no escucharía me he sentido con ganas de escribir, cosa que hace mucho, mucho que no hago. Pero mas que nada con ganas de sentido y de trascendencia.

    TQM

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  2. Existe,como bien sabes, y puede que no salga porque no te asusta.
    Una sonrisa a veces clara.

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  3. Ya, Izalda, pero es que Naleg es un touareg, de ahí el nombre del blog. Y lo de Zahara, ya sabes porque es ...

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  4. Me asusta, y es bueno tenerle miedo, aunque no terror. Es como lo de no perderle la cara al toro, y que conste que no me gustan los toros, pero el símil me encant.

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