miércoles, 13 de mayo de 2009

ANTONIO VEGA

Todos tenemos nuestras razones para hacer las cosas bien o las cosas mal, aunque a veces hagamos las cosas sin razón. Equivocarnos cerrilles es una de ellas, seguir por el mal camino sabiendo que es así, a pesar de que los avisos son múltiples. Al final, incluso los malditos quieren seguir viviendo. La vida tira mucho, es todo lo que tenemos. A nosotros nos queda tu recuerdo, tus canciones y esa facha desgarbada que tanto nos atraía.

Aquí le veis, en el apogeo, en los años de dios de la música, de ídolo de la juventud madrileña, con la guitarra, el público entregado, dominando ("yo solo").

Siempre tendremos el NACHA POP 80-88, único e irrepetible, y el resto de sus discos. Antonio ha muerto, pero ya vive para siempre entre nosotros.



6 comentarios:

  1. Y siempre nos quedará "el sitio de su recreo..."

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  2. Giovanni: ¿Conocías a Antonio Vega?

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  3. Lunarroja: Al enterrme de la noticia pensé que algo de todos nosotros moría al morirse Antonio Vega, así que me puse a escuchar el 80-88 como consuelo y decidí que Antonio Vega no iba a morir nunca.

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  4. Yo le vi cantar hace cosa de 4 años en la Clamores y se nos cayó el alma a los pies, estaba derrumbado, y apenas le salía voz. Pero su música le sobrepasó. Como dice luna, siempre nos quedará "el sitio de su recreo" y también la archiconocida "chica de ayer" que ya es casi el himno de una época. Y "a trabajos forzados", poesía de Antonio Gala, que me parece sublime, y más si la escuchas en determinados momentos animicos, como los que tenía yo entonces, buff...

    ¿Por qué la genialidad suele ir unida a el tormento anímico de quien la "padece"??

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  5. Pe: la genialidad, cuando se acompaña de belleza extrema, en cualquier faceta del arte, destruye a quien la crea, tal vez porque no estamos preparados para contactar tan intensamente con el goce supremo.

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